COMPLEJOS

Como os dije en el último post mi peor enemiga soy yo misma. Yo soy quien me encuentro los defectos y me acribillo a críticas. Da igual las veces que me digan que estoy preciosa tal cual soy, porque siempre hay un defecto que me atormentadesde que tengo memoria. MI NARIZ.

No es algo que me quite el sueño ni me haya hecho pasar por malas rachas. No creo que sea una persona tan “débil” en ese sentido. Y pongo las comillas porque no considero débil a quien es menos feliz por culpa de su aspecto. Cada persona sabe lo que lleva en la mochila y sabe cuales han sido sus vivencias y por desgracia todos sabemos que la adolescencia es muy mala y que siempre se acaban metiendo con quien tiene un aspecto físico que, digamos, no es el aceptable para la sociedad.  

Cuando digo débil me refiero a que gracias a mi entorno nunca le di importancia a los comentarios de compañeros o conocidossobre mi nariz pero hay quien no corre la misma suerte y esos comentarios les acaban doliendo más de lo que debería. Yo tenía a mis amigos y a mi familia y ellos no le daban importancia por lo que yo tampoco lo hice, aunque muy en el fondo eso siempre termina haciendo daño. Es un come, come que está ahí y por más que lo intentes acaba haciendo un poco de mella. Nadie quiere ser el centro de burla de nadie, ni ser el blanco para las bromas fáciles. Pero este no es un post para hablar sobre el bulling, quizá otro día. 

De esta manera empezó cada vez menos a gustarme mi nariz. Soy consciente de cada parte que no me gusta de ella. La punta redondeada por un lado y por el otro no, el arco, que para mí es enorme, el lunar, que mira por donde tenía que salirme ahí y la punta ligeramente hacia abajo. 

Así que sí, hace un año decidí operarmeporque no tengo porque padecer por algo que puedo solucionar. Me encantaría poder decir que hay que aceptarse a uno mismo tal cual eres pero en eso no soy tan fuerte. Puedo aguantar las malas palabras o burlas que aguanté durante la adolescencia y mi vida adulta, pero no puedo aguantar mi propia críticaporque la verdad es que a mí tampoco me gusta lo que veo y quiero cambiarlo. 

Espero enseñarle a mi Enana valores para que aprenda lo que debe molestarle y lo que no, que no todo se puede cambiar a golpe de bisturí y que antes de llegar a tal extremodebe estar segura de que lo hace por ella misma y no por la influencia del resto. Si queda claro eso, seré totalmente feliz, y si un día Valentina siendo adulta me dice que hay algo quiere cambiar no me quedará más remedio que apoyarla porque yo la quiero y la querré sea de la forma que sea, como le pasa a mi madre conmigo pero si ella lo necesita para estar en paz consigo misma seré la primera en comprenderla porque a mí me pasa lo mismo.

No tengo fecha prevista, sé que quiero que sea pronto. Me costó tomar la decisión pero la tomé hace un año y quiero que sea cuanto antes. Máximo un año más. Sabemos que la posibilidad es remota pero no tomamos medidas de anticoncepción y me gustaría haberme operado antes de tener otro bebé (que repito no sabemos si llegará algún día debido a nuestros problemas de fertilidad) ya que al quedarme embarazada debería aplazar la operación mínimo año y medio más y no se si estoy dispuesta a esperar tanto.

En abril tengo previstas 4 visitas y dos de ellas son con dos cirujanos que por lo que he visto me gusta mucho su trabajo. Estoy nerviosa pero con muchas ganas de ir, de ver que va en serio, de empezar con el proceso y por fin darme cuenta de que esto será real. Me da pavor pensar que algo no salga como espero o tener unas expectativas demasiado altas pero confió en que el cirujano entienda lo que busco y podamos alcanzar mi objetivoo al menos lo que mas se le parezca. 

Así que si alguna se ha operado, conoce a alguien que lo haya hecho y quiere contarme su experiencia, soy toda oídos porque al empezar a mirar cirujanos y clínicas siempre viene bien saber las experiencias del resto.