CUMPLEAÑOS NÚMERO 30

Éste domingo hago 30. Es un número redondo, bonito pero apabulla bastante. Aún así debo decir que los acojo feliz con lo que tengo. 

Mi vida ha sido sencilla, con sus más y sus menos. Vengo de una familia donde somos 5 hermanos. A pesar de ser tantos no siento que me faltara nada, me dieron todo lo que necesité y casi todo lo que quise. Estuvimos todos juntos hasta más o menos mis 16 años. A partir de ahí mis padres se separaron y mi padre, como suele pasar, se fue de casa y ya no volvió a ser igual.  Aunque no seré yo quien reproche nada porque a esta vida hemos venido a ser felices y si mis padres no lo eran tenían todo el derecho del mundo a buscar su felicidad donde fuera necesario.

Quitando esto hemos sido como cualquier familia, a veces más unidos otras menos pero recuerdo mi infancia llena de cariño y amor. Crecí viendo a mis padres quererse, y espero darle lo mismo a mi hija. Crecí queriendo a mis tíos como hermanos y a mis abuelos como mis segundos padres. En definitiva crecí rodeada de amor, y a día de hoy lo sigo sintiendo.

Me faltan personas que por desgracia se han ido pero ahí donde estén sé que me cuidan y sonríen al verme tan “formal” en mi papel de madre con lo loca que he sido siempre. Ojalá hubieran conocido a Valentina y le hubieran inculcado todo lo que me inculcaron a mi.

Hoy, echo la vista atrás, y tengo muchas cosas que agradecer a la vida. Haber crecido en una casa llena de hermanos donde nos matábamos y nos protegíamos por igual. Hoy seguimos haciéndolo y no lo cambio por nada. Debo agradecer a mis padres por haberme dado todo lo que necesitaba cuando lo necesitaba. Por haberme enseñado valores, por haberme animado a conseguir todo lo que me proponía y por comprenderme cuando cambio de opinión y me voy a otras cosas. Por enseñarme el valor de la familia, del amor y del dinero, que también es importante. Por enseñarme a trabajar duro y hacer de mí una mejor persona.

A mis hermanos sólo puedo decirles que los adoro, que los quiero con locura y que me encantan en su papel de tíos. Daría mi vida por ellos, son parte de mi. 

Debo agradecer a mis abuelos. Los paternos por enseñarme lo que es el amor incondicional. Por los churros por la mañana y los vasos de leche por la noche. A los maternos por los veranos de camping, por darme unos tíos maravillosos y por acompañarme cada día en la crianza de mi Enana.

A mis tíos por ser mis hermanos, por criarme y verme crecer feliz. Por chincharme a todas horas. Porque sí, entonces me molestaba pero ahora lo recuerdo todo con cariño. Por darme unos primos sin los que nada hubiera sido igual. 

También tengo que agradecer a mi familia política. Suegros, abuelos y cuñados, por acogerme como una más desde hace muchísimos años. Por quererme como una hija y tratarme como una hermana mayor.

Nuevamente a mis padres por escoger personas maravillosas y ponerlas en mi camino. Al marido de mi madre por ejercer de abuelo como lo hace y ser el primero en ayudar, por ser tan voluntarioso, espero que a mi niña se le pegue algo. Y a la mujer de padre por ser la “no abuela” más cañera que conozco. No me tocarás sangre pero el ritmo que lleva mi Enana lo tiene que haber heredado de ti. Gracias por hacer feliz a mi padre.

A mis amigos, los de siempre y los más nuevos. En algún momento habéis llegado a mi vida y espero de corazón que os quedéis para cumplir otros 30 junto a mi. 

A mi marido, por acompañarme desde que éramos unos niños y seguir demostrándome a diario lo mucho que me quiere y por haberme dado los más bonito y por lo que más tengo que agradecer a la vida, Valentina. Eres el compañero de vida perfecto me complementas donde debes hacerlo y me frenas cuando es necesario. Crecimos y maduramos juntos y a estas alturas sigues sorprendiéndome. Eres todo lo contrario al resto de las personas que conozco y quizá si no fueras así hoy no seguiríamos juntos. 

Y a ti mi vida, Valentina. Espero que algún día cuando crezcas leas esto y reconozcas cada palabra porque he sido capaz de demostrarte todo este amor que llevo dentro hacia la familia. Que conozcas cada anécdota que hoy recuerdo con cada una de las personas de las que he escrito y que vivas las tuyas propias junto a ellos.

Me quedan muchas cosas por vivir, viajar y ver mundo, tener sobrinos,  seguir evolucionando como persona, ver crecer a mi hija y si tengo suerte tener alguna más... pero lo cierto es que no puedo pedir más a la vida. Tengo a mi familia, mi casa y mi trabajo que me permite seguir como hasta ahora. Si pienso en lo que necesito sólo podría decir cosas materiales, y no serían necesidad sino capricho, porque a nivel personal estoy más que servida, así que con lo que tengo me basta. 

Gracias a todos vosotros por estos 30. Así sólo puedo alegrarme de cumplirlos. Gracias por tanto.

Y si habéis llegado hasta aquí y habéis leído todo, os pido perdón por el tocho y por tanto sentimentalismo pero a veces es necesario echar la vista atrás y pararse a valorar lo que uno tiene. También os doy las gracias a vosotros por leerme, por soportar mis desvaríos y por formar parte de mi día a día.