EL TABÚ DE LA ESTERILIDAD


CON ESTE POST NO ESPERO CAMBIAR EL MUNDO PERO SI DAR MI OPINIÓN Y SIN OFENDER A NADIE. NO QUIERO MENOSPRECIAR A NINGÚN GRUPO Y QUIERO QUE QUEDE TOTALMENTE CLARO. ES SÓLO EL PUNTO DE VISTA DE ALGUIEN QUE HA PASADO POR ELLO. 

Este es un tema que quería tratar porque vamos a ver ¿a caso la infertilidad o los abortos no son cosas naturales? ¿No es algo que le puede pasar a cualquiera desde siempre? Entonces ¿porqué la gente lo esconde? O peor, incluso ¿porqué se avergüenzan de ello? 

No es algo que nosotros escojamos, no es una elección que hemos tomado y nos hemos equivocado. Es algo que nos ha venido dado y que nadie ha pedido con lo cual no veo a que se debe el tratarlo de puntillas o intentarlo ocultar. 
En mi caso, tras el primer aborto varias personas se acercaron a mi cuando se enteraron de lo sucedido y llevándome a un rincón me dijeron: no te preocupes, bonita, a mi también me pasó y mira ahora! Tengo dos. Y cuando digo que esto me pasó, os digo que me paso con gente a la que rozaba cada día y jamás había comentado nada sobre ello. El aborto es un tema que se oculta y no se cuenta como si fuera malo o antinatural que pase. Por ello está de moda también el no decir nada hasta pasado el primer trimestre de embarazo, no vaya ser que pase algo y tengamos que contarlo. Que sí, pasar por el mal rato de tener que explicarlo a todo el que pregunte es una faena de las gordas, os lo digo yo, que me pasó. Mi madre se volvió loca contándoselo a todo el mundo y cuando perdí al primer bebé la mitad de la clientela de mi farmacia vino a enterarse de lo sucedido. Porque oye ¡un aborto! Qué cosas, ¿qué habrá pasado? ¿Porqué tanto morbo con algo así? La gente no deja de sorprenderme. Pero creo que es parte del embarazo el poder disfrutarlo desde el principio, al menos para aquellos que lo viven por primera vez. En el caso de varios abortos entiendo el recelo a contárselo a nadie, mucho más cuando sabes el interés y el morbo que despierta en algunas personas y ves como se regodean y preguntan constantemente. Pero sigue siendo parte de la vida, algo que ha pasado siempre y seguirá pasando.

Luego está el tema de la gente que es diagnosticada de infertilidad y siente vergüenza a decirlo o se siente mal consigo misma. En un primer momento, cuando recibes la noticia, entiendo esa reacción. Nosotros pasamos por ello. Pero vamos a ver, como voy a avergonzarme de algo que no escojo, que me ha venido dado de este manera y en lo que yo no tengo ni voz ni voto. Es que sencillamente no lo entiendo. 

No creo que sea nada de lo que haya que avergonzarse o que haya que esconderlo, es más, creo que debería ser algo que se contara con normalidad. No al vendedor de la esquina, obvio, pero sí a la gente de tu alrededor. Poder hablarlo con gente con la que te sientes cómodo debería ser parte del proceso. Aunque volvemos a lo mismo. Habrá quien diga la famosa frase: estas obsesionada, en cuanto te relajes te quedas. Y seguro que habrá algún caso así, pero por el amor de dios, alma de cántaro, no utilices esa mierder de frase (y perdón por la expresión, pero es así) para un tema tan delicado. Que lo más probable es que lo digan con la mejor de las intenciones porque no saben que otra cosa decir, pero un simple lo siento basta. O un abrazo o un estoy aquí para lo que necesites. Es sencillo y no hará que la mujer sienta que encima es su culpa por estar obsesionada. Y digo la mujer porque automáticamente se asume que es ella la que tiene el problema y es ella la que está obsesionada. Absurdo. 

Por suerte hoy en día las redes sociales nos acercan a gente en tu misma situación, con la que puedes hablarlo y sentirte arropada y comprendida. Puedes ver como poco a poco se cumplen los sueños de los demás y sientes que tarde o temprano será tu momento. Y sé que hay casos en los que no lo llegan a lograr, y me parte el alma. Por suerte hay más opciones de las que espero hablar en otro post. 

Nosotros, las parejas con problemas de fertilidad, somos personas, humanos tan normales como cualquier otro. No soy menos mujer, ni mi marido menos hombre. Ni ninguna pareja es menos humano por no poder tener un bebé, por haber tenido dificultades para tenerlo o por haberlo perdido. 

Aunque sí creo que hay una diferencia entre nosotros y los afortunados que no tienen problemas para ser papás. Nuestro deseo es mucho más grande. Y no menosprecio el deseo de nadie por ser padre, que no haya polémica con esto. Pero cuando te dicen que no puedes ser padre, que te va a costar y que vas a tardar cierto tiempo, ese deseo se acumula y crece día a día. Hasta que por fin tienes a tu bebé en brazos y todo ese deseo se transforma en el amor más grande que podrá conocer nadie. 

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