CAMBIOS CON LA LLEGADA DEL BEBÉ


Muchas son las expectativas que una pareja se hace cuando van a ser padres o durante la búsqueda de embarazo. Supongo que en ese momento idealizas lo que va a ser la maternidad y no sabemos exactamente en qué nos estamos metiendo, la envergadura de los cambios que vamos a afrontar.

El cambio más habitual o evidente al que te enfrentas con la maternidad/paternidad es el sueño. Piensas que te haces una idea de lo que será pero la realidad es que hasta que no estás metido en ello no sabes lo duro que va a ser. Y a raíz del sueño muchas otras cosas cambian

Uno de los cambios más importantes es con la pareja. Disponer de tiempo e intimidad se hace difícil. Hay que trabajar mucho más para conseguir lo que antes no sabías que tenías. La falta de sueño y el cansancio hacen que estés más irritable y tenso, con lo que las discusiones están servidas. El echo de que la mayoría de los papás tengamos al bebé en la misma habitación, hasta en la misma cama, hace que la creatividad aparezca para encontrar el lugar y momento preciso para tener sexo, que dicho sea de paso, también escasea cuando nace el bebé.

Como ya dije en el último post, la lactancia hace que se disponga de mucho menos tiempo libre,tiempo que antes se dedicaba a otras cosas. Cosas tan básicas como dedicarse un rato a una misma pasan a un segundo plano. Darse una ducha larga sin poner la oreja esperando escuchar al bebé es algo con lo que ni se sueña al comienzo. Pintarse las uñas, ir a la peluquería o, por dios, depilarse las piernas es algo casi imposible. Parecen cosas muy banales, soy consciente de como suena pero con el tiempo se echa de menos ese ratito para una misma. 

En mi caso también me cambió la sensibilidad. Hoy por hoy, soy mucho más sensible que antes. Y eso ya es decir porque soy de las que llora con los anuncios de la tele. 

Algo tan simple como salir de casa se convierte en una odisea. Necesitas mil artilugios, varías mochilas y el famoso carrito para además de poder transportar al bebé llevar todo eso y no dejarse el espinazo cargándolo uno mismo. 

Se echan de menos cosas sencillas: Leer un buen libro, escuchar música, encontrar tiempo para el deporte, cocinar al principio es casi imposible, disfrutar de una buena serie o una película, ya no hablemos de ver la tele porque te quedas frito al momento. Echar una buena siesta, de esas en las que te despiertas desorientado. No madrugar. No llevar la ropa manchada de algún líquido desconocido. 

Las relaciones con los amigos se hacen más complicadas. Si los demás no tienen bebés no puedes llevar su ritmo y aunque en nuestro caso nada ha cambiado si conozco casos en los que los nuevos papás se sienten desplazados. Se hacen planes y con un bebé no se puede hacer según qué cosas con los que los papás primerizos se sienten solos.

Por suerte diré que todo esto es pasajero,a algunas cosas te acostumbras. Como lo de ir a todos lados cargado de pañales, ropa de recambio, termos, biberones, etc. Pero con el tiempo lo demás pasa. El pequeño se va a su habitación, crece y la pareja vuelve a tener la misma intimidad. El bebé duerme más y tú puedes hacer lo mismo. Se entretiene solo con lo que empiezas a poder dedicarte tiempo a ti misma. Y así con todo lo demás.

Diré que una vez estás en el ajo algunas veces piensas que tienes ganas de que crezca y que todo eso pase. Pero sólo será así una vez. Merece la pena cada uña rota, cada película no vista, cada noche de pasión no vivida. Porque con una sonrisa de tu pequeñ@ todo lo demás se olvida. Porque otro de los cambios que sufres al ser padre, es que tu mundo empieza girar en torno a una personita que te da la vida con cada aliento suyo.Cada victoria suya será tu orgullo y su dolor será el tuyo. 

Levantarse con su manita acariciando tu cara es la sensación más maravillosa que se puede experimentar. O ir a su cuarto por la mañana y que te estire los brazosmientras te sonríe. Muero por esos momentos. Tenerlo en tu pecho muestras escuchas su respiración pausada al dormirse. 

Lo más positivo de ser padre es ese amor tan grande que se siente. Cualquier cosa se convierte en algo especial cuando la hace el pequeño o cuando se hace en familia. 

Todo tu mundo cambia al ser padre, pero merece la pena cada pequeña o gran diferencia por tener a tu hijo a tu lado. Nada vuelve a ser igual.

No digo que al ser padre te pierdas la felicidad porque la realidad es que en mi caso también era feliz antes de tener a Valentina, sólo que ahora soy inmensamente feliz, siento que el círculo se ha cerrado y que todo encaja. Que nací para ser su madre, por cursi que suene. 


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